Descubre cómo el amor interviene en todo tu cuerpo para sentir esas mariposas en el estómago, una sensación que se activa especialmente cuando estamos nerviosos, emocionados o enamorados.
Los avances en la ciencia y la investigación nos han permitido comprender cómo nuestras emociones, especialmente aquellas relacionadas con el enamoramiento, impactan en nuestra salud digestiva, que desempeña un papel crucial en nuestra salud física y emocional.
El eje intestino-cerebro: ¿qué es?
El eje intestino-cerebro es una red de comunicación entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico, el cual está compuesto por una vasta red de neuronas en el tracto digestivo. Este vínculo no solo implica las funciones digestivas, sino también las respuestas emocionales y cognitivas.
El intestino, a menudo denominado “el segundo cerebro”, tiene una gran cantidad de neuronas, lo que le permite enviar señales al cerebro, afectando nuestras emociones y estados de ánimo.
La relación intestino-cerebro es un claro ejemplo de cómo la salud mental y la salud digestiva están intrínsecamente conectadas.
Las emociones, en particular el enamoramiento, activan áreas específicas del cerebro que se comunican directamente con los intestinos. La sensación de “mariposas en el estómago” que muchas personas experimentan cuando se sienten atraídas por otra persona es una manifestación de esta interacción entre las emociones y la fisiología del sistema digestivo.
El enamoramiento desencadena una serie de respuestas hormonales y neuroquímicas que afectan tanto al cerebro como a los intestinos, la liberación de serotonina en el cerebro, también tiene un impacto directo en el intestino, donde se produce una gran cantidad de serotonina, influyendo en la motilidad intestinal y en la percepción del bienestar.
El rol de la microbiota intestinal es vital.
La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la relación entre las emociones y la salud digestiva. La composición de la microbiota se ve influida por el estrés, la dieta y el estado emocional. El desequilibrio en la microbiota intestinal (disbiosis) puede alterar la función normal del eje intestino-cerebro, lo que puede resultar en trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable o la inflamación intestinal crónica.
El estrés relacionado con el enamoramiento puede inducir cambios en la microbiota intestinal, lo que a su vez influye en la manera en que percibimos las emociones y nuestra salud digestiva.
La mejora de la salud intestinal mediante cambios en la dieta, el ejercicio y el manejo del estrés puede tener efectos positivos sobre el bienestar emocional y la regulación de las respuestas físicas.
La relación entre las emociones y la salud digestiva es más compleja de lo que inicialmente podríamos imaginar. El bienestar emocional y la salud digestiva están profundamente conectados. Las experiencias emocionales, como el enamoramiento, no solo afectan nuestra mente, sino también nuestro cuerpo. Comprender esta conexión es clave para mejorar nuestra salud y bienestar en general, al reconocer la importancia de cuidar tanto nuestra mente como nuestro cuerpo.
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Referencias
- Carabotti, M., Scirocco, A., Maselli, M. A., & Severi, C. (2015). The gut-brain axis: Interactions between enteric microbiota, central and enteric nervous systems. Neurogastroenterology & Motility, 27(3), 381-388. https://doi.org/10.1111/nmo.12551
- Bercik, P., & Collins, S. M. (2014). The effects of stress on the gastrointestinal tract. Gastroenterology Clinics of North America, 43(4), 699-713. https://doi.org/10.1016/j.gtc.2014.07.002
- CSIC. (2023, enero 23). La conexión entre el intestino y el cerebro puede proteger la salud mental. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/la-conexion-entre-el-intestino-y-el-cerebro-puede-proteger-la-salud-mental