La primavera es una estación de renovación y rejuvenecimiento, donde la naturaleza despierta y se llena de color, de vida. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo afecta esta temporada a tu salud interna? La semana pasada, en nuestro artículo Cómo cuidar tu microbiota intestinal en época primaveral te platicamos un poco sobre cómo esta temporada empieza a causar cambios en nuestro sistema digestivo.
Y es que, sorprendentemente, la primavera puede tener un impacto significativo en tu microbiota intestinal, el ecosistema de billones de microorganismos que habitan en tu tracto digestivo y juegan un papel crucial en tu salud general.
Así es, con el cambio de estación, también cambian nuestros hábitos alimenticios, nuestros patrones de actividad física y nuestro entorno en general, lo que puede tener consecuencias directas en la composición y diversidad de nuestra microbiota intestinal.
Por tal motivo, en este artículo exploraremos cómo la primavera influye en nuestra salud intestinal y qué medidas podemos tomar para asegurar que nuestra microbiota florezca en esta temporada.
El impacto negativo de la primavera en la microbiota intestinal
Uno de los principales factores que afectan negativamente a nuestra microbiota intestinal durante la primavera es el cambio en los hábitos alimenticios. Con la llegada de esta temporada, las personas consumen más alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas saturadas, en lugar de las frutas y verduras frescas que predominan en otras épocas del año. Esta alteración en la dieta puede reducir la diversidad de bacterias beneficiosas en el intestino y favorecer el crecimiento de bacterias perjudiciales.
Asimismo, el calor extremo de la temporada, que seguramente ya lo han sentido, puede aumentar la pérdida de agua a través de la sudoración excesiva, lo que puede deshidratar el cuerpo, incluido el tracto gastrointestinal, lo que puede conducir a un entorno menos favorable para las bacterias intestinales, afectando su crecimiento y diversidad.
Y, hablando de calor y sus estragos, llegamos al estrés que éste genera, lo que también puede jugar un papel importante en el deterioro de la microbiota intestinal durante la primavera. Con el cambio de estación, muchas personas experimentan cambios en su rutina, presiones laborales y personales, y una mayor actividad social. Estos factores pueden desencadenar un estrés crónico, lo cual tendría un impacto negativo en la salud intestinal al alterar la composición de la microbiota y aumentar la permeabilidad intestinal.
Para no variar, el calor puede crear condiciones propicias para el crecimiento de bacterias patógenas en los alimentos, especialmente si no se almacenan o manipulan adecuadamente. La ingesta de alimentos contaminados con bacterias dañinas puede alterar la composición de la microbiota intestinal y provocar problemas gastrointestinales.
En climas extremadamente calurosos, las personas tienden a evitar la actividad física al aire libre debido al riesgo de golpe de calor o deshidratación. La falta de ejercicio puede afectar negativamente la motilidad intestinal y ralentizar el tránsito de los alimentos a través del sistema digestivo, lo que puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal.
¿Cómo puedo evitar los estragos de la primavera en mi microbiota intestinal?
Para contrarrestar los efectos negativos de la primavera en nuestra microbiota intestinal, es importante tomar medidas para cuidar nuestra salud digestiva. Esto incluye mantener una dieta equilibrada y rica en fibra, limitar el consumo de alimentos procesados y azucarados, manejar el estrés de manera efectiva a través de técnicas de relajación y meditación, y buscar tratamiento para las alergias estacionales si es necesario.
Asimismo, el ejercicio es muy recomendable, ya que estimula el flujo sanguíneo hacia el tracto gastrointestinal, lo que promueve un entorno favorable para el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Además, el ejercicio ayuda a reducir el estrés, lo que también beneficia la salud intestinal.
Por último, pero no menos importante, te recomendamos tomar Zir-Fos NC, nuestro simbiótico que, gracias a la combinación de probióticos y prebióticos, ayuda al crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Y es que al contener la cepa Bifidobacterium longum BB536, se combaten diversos síntomas gastrointestinales, entre ellos el estreñimiento.
¡Cuida tu microbiota!
Mantener una microbiota intestinal sana y fuerte es esencial para diversos aspectos de nuestra salud y bienestar, entre ellos la absorción de nutrientes, el fortalecimiento del sistema inmune, la salud en general y, sobre todo, la salud mental y digestiva.
Si en esta temporada de primavera buscas cuidar tu microbiota intestinal, recuerda que puedes adquirir nuestro simbiótico en nuestro sitio web.
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Referencias
- Journal of Psychiatric Research. (2016, noviembre). Transferring the blues: Depression-associated gut microbiota induces neurobehavioural changes in the rat. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0022395616301571
- National Library of Medicine. (2019, junio). The ancestral and industrialized gut microbiota and implications for human health. Recuperado de https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31089293/
- National Library of Medicine. (2014, agosto). Expert consensus document. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics consensus statement on the scope and appropriate use of the term probiotic. Recuperado de https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24912386/
- L. Dethlefsen, S. Huse. (2008, 18 de noviembre). The Pervasive Effects of an Antibiotic on the Human Gut Microbiota, as Revealed by Deep 16S rRNA Sequencing. Recuperado de: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.0060280